Cuando pelamos ajos se nos queda un desagradable olor en las manos. Pues bien, con el cuchillo que hemos pelado los ajos y sin lavarnos las manos, frotamos la hoja del cuchillo bajo el agua con nuestro dedos, con cuidado de no cortarnos, vereis como desaparece el olor a ajo.
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Maria José Urbina Lavin (Alcalá de Guadaira)